147,7km verticales o la travesía de los Pirineos

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Ya en Bilbao, después de 5.000kms, con un buen saco de historias, aprendizajes, anécdotas y buenos amigos, queda “sólo” el último de los tramos geográficos: volver a casa. Cerrar el círculo. Acabar la ruta. Y desde ahora, desde mañana, será un reto físico y deportivo de primer orden, al menos por mí. La ruta del Atlántico al Mediterráneo pasará, como no puede ser de otra manera, justo por la mitad de los Pirineos, no sólo sin evitar, sino buscando algunos de los puertos emblemáticos del ciclismo de carretera de esta cordillera.

Parte 1: aproximación. De Bilbao a Jaca

De Bilbao saldré hacia Donosti y llegaré hasta el Cabo Higuer, extremo occidental de los Pirineos, para rendir pleitesía justo donde la cordillera se funde con el océano. Desde aquí embocaré por el valle del Bidasoa para entrar en Navarra lo más cerca posible de la frontera francesa: Bera, Doneztebe, Auritz, Ochagavía, Isaba y entrando en Aragón por Zuriza y el valle de Ansó. Quiero evitar los puertos de Larrau y Arette-Pierre-St-Martin, en esencia porque no me acercarían claramente a mi objetivo y en cambio sí multiplican el número de ascensiones. Además de uno de estos dos puertos, tendría que hacer el Marie Blanque algo más adelante, y esto me aleja de la idea de plantarme lo más fresco posible en Laruns, para abordar el Aubisque. La única opción, pues, es llegar hasta Jaca, Biescas, Sallent y cruzar la frontera por el Portalet. Otro factor: los valles navarros y aragoneses occidentales son tan bonitos que la pedaleada, silenciosa y seguramente bastante solitaria, será de una belleza extraordinaria. Este tramo será para disfrutarlo plenamente, antes de la tormenta de puertos.

Parte 2: los Puertos. De Jaca a La Seu d’Urgell

Si, son 8 puertos en total, todos enlazados:

1. Portalet (1794m y 27,2km)

2. Aubisque (1709m y 17,3km) + Solour (1474m y 2,7km)

3. Tourmalet (2115m y 18,8km)

4. Aspin (1489m y 11,5km)

5. Peyresourde (1565m y 18,7km)

6. Portillon (1293m y 9km)

7. La Bonaigua (2072m y 23km)

8. Cantó (1725m y 19,5km)

Els 8 ports enllaçats. D'esquerra a dreta: Portalet, Aubisque i Solour, Tourmalet, Aspin, Peyresourde, Portillon, Bonaigua i Cantó

Els 8 ports enllaçats. D’esquerra a dreta: Portalet, Aubisque i Solour, Tourmalet, Aspin, Peyresourde, Portillon, Bonaigua i Cantó

Si, en total 147,7km de subida acumulada, desniveles potentes (excepto los primeros 9kms del Peyresourde y poco más) que completan un panorama desafiante y a su vez tremendamente ilusionante. Analizando y preparando al por menor las ascensiones, mirando kilometrajes, altimetrías, etc. desde el sillón todo parece posible. Duro pero posible. He dibujado una altimetría acumulada en google earth que enlaza estos 8 puertos mostrando un panorama la mar de simpático. A priori, Aubisque (2do), Tourmalet (3o) y La Bonaigua (7o) parecen los más complicados por desnivel, longitud y altitud, pero al enlazar tantos puertos seguidos, el desgaste puede caer como un martillo en cualesquiera de ellos. Habrá que ir avanzando con mucha calma, sin subestimar nada y malgastar el menor número posible de energía.

Hay detalles importantes a tener en cuenta, por ejemplo, Aubisque, Tourmalet y Aspin son puertos enlazados sin “escapatoria” por el lado español si falla algo. Es decir, si subiendo el Tourmalet no pudiera continuar, no puedo bajar de nuevo al inicio del puerto (Luz) y entrar en España para hacer un rodeo. Habría que hacerlo por el lado francés, con una vuelta mucho más larga. Igual pasa con el Peyresourde y el Portillon. Y con la La Bonaigua, peligrosa porque una eventual marcha atrás, hacia Vielha, complica las escapatorias (o túnel de Vielha o rodeo muy largo por las llanuras del sur de Francia). En fín, cosas que hay que considerar.

Altimetria de l'Aubisque

Altimetria de l’Aubisque

Parte 3: final. De La Seu d’Urgell a Cadaqués, y Barcelona

Si todo va bien, una vez en La Seu d’Urgell ya habrá pasado lo más duro. Los días que quedarían serían para redondear el viaje, disfrutar mucho mucho mucho, en cada pedalada, intentando evitar los calores y avanzando hacia mar en una ruta ya bastante llevadera, con pequeñas salvedades. El recorrido iría por La Cerdanya hasta Llívia, donde podría hacer una pequeña pausa y a continuación un largo descenso por el Conflent hasta los alrededores de Perpiñán, donde pararía a hacer algunas gestiones que ahora no vienen al caso. De allí hasta la costa, entrando en España por la carretera de Colliure, Banyuls, Portbou y Llançà, hasta Port de la Selva y, en un último esfuerzo (veremos la gestión del tráfico), llegar a Cadaqués para tomar una copa de Sirenes con un pirata, y un buen baño para celebrar que esto ya está hecho. De Cadaqués a Barcelona serían 3 etapas con parada en el Montseny para ser consciente que, al fin y al cabo, quizás sí ha habido momentos de felicidad completa en todo este viaje.

Epílogo al prólogo:

¿Está uno preparado para asumir un reto como éste? Imposible saberlo hasta que no se entra “en la salsa”. Tras 5.000kms con algunos desniveles importantes superados, el mero hecho de subir un puerto, por difícil que sea, no es lo que más me preocupa. La incógnita está, sobre todo, en la recuperación para enlazar tantos puertos seguidos. Uno y dos y tres y ocho… ¿cómo responderán las piernas y el cuerpo? Alimentación y descanso. Habrá que ser conservador en los esfuerzos, eficiente en la gestión física. Veremos qué pasa.

Hay un montón de cosas en contra al hecho que pueda completar todo el bloque de los 8 puertos en las fechas que me marco: siento que hay un agotamiento muy de fondo después de tantos kilómetros: es un agotamiento que sale a veces, profundo, que no impide seguir pedalejando, pero condiciona el esfuerzo global. También el hecho de pedalear con dos alforjas en las espaldas no ayuda mucho, ni el calor del mes de agosto, ni sobre todo el hecho de estar hablando, seguramente, del reto físico más potente de mi vida. Tampoco ayudará el hecho de no tener un margen muy grande de fechas, ni de días de descanso en el medio (alguno si)

Pero también hay algunos puntos a favor, en esencia la ilusión y motivación, el hecho de sentirme ante una oportunidad única en la vida, y de afrontarlo casi en la mejor condición física posible. He hecho otros grandes puertos hasta ahora, y cuando he estudiado bien un recorrido (todo el viaje lo ha sido), siempre he podido. ¿Porque ahora tendría que ser diferente? Además, a pesar de que las ascensiones las haga en solitario, sentir que hay gente animando en silencio, aunque sea desde la distancia, es un aliciente extra, que empuja todavía más, y hace que las piernas puedan seguir, si la cabeza sigue.

A pesar de todo, seamos honestos, este es un reto global extremadamente complejo de realizar, y si no pudiera hacerlo completamente no me tendría que frustrar. Al fin y al cabo, tendremos la máxima de Séneca presente: “admira aquellos que lo intenten, aunque fracasen”.

Nos vemos en 20 días en la otra orilla.

PS: al circular algunos días por territorio francés, salvo que no enganche wifis, quizás tardáis unas horas o incluso días al saber si he podido completar, sobre todo, los puertos centrales de la ruta. Iremos informando. De momento, hasta finales de julio estaremos en fase de aproximación. El grueso llegará en agosto.

Detall de la zona del Tourmalet

Detall de la zona del Tourmalet

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Una respuesta a 147,7km verticales o la travesía de los Pirineos

  1. Asusta, pero te veo entero para saber afrontarlo, con las pausas y silencios que requiera. Adelante.

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